Comentario
La película, dirigida por Ridley Scott y
basada en una novela de ciencia ficcion “¿Sueñan
los androides con ovejas eléctricas?”
fué publicada por Phillip K.Dick en 1968 y
constituye uno de los mas importantes mitos
de este género
Incluso los no excesivamente aficionados a
la ciencia ficción, han estudiado y analizado una y otra vez este filme, su
iluminación, sus diálogos, sus personajes,
y pese a que en el momento de su ya lejano
estreno no tuvo un excesivo éxito, y en
algunos lugares incluso constituyó un
sonado fracaso, ha sido revalorizada por el
tiempo,
constituyendo no solo un punto de
referencia para la ciencia ficción, sino
para una determinada concepción cinematográfica
y estética
El
principio de la cinta crea un mundo en que
domina un ambiente oscuro, opresivo y
claustrofóbico, que continua durante todo
el metraje,
adentrando al espectador en un futuro
que ninguno querría conocer,
encuadrándose en el grupo de las
obras apocalípticas que advierten al mundo
del negro futuro al que se dirigen. Pero esa
oscuridad, unida a las imágenes de unas
calles llenas de todo tipo de criaturas,
creando una atmósfera de avenida central en
hora punta,
los grandes anuncios publicitarios,
han pasado a la conciencia colectiva: ¿quién
no ha visto la imagen de la japonesa casi a
pantalla completa mientras unas naves pasan
por delante, en un entorno de pesadilla?.
Incluso muchas personas que no han
visto nunca la película,
o no lo hayan hecho en forma
completa, o no
relacionen con ella esas imágenes,
han visionado en algún momento esa
imagen que ha creado un modelo estético y
que con modificaciones se ha utitizado en
otras cintas
Metidos
en ese ambiente, en esa nunca clara ni
iluminada pantalla, la historia relata un
futuro en que junto a los humanos y otras
variadas criaturas conviven los replicantes,
cuyas “últimas versiones” han alcanzado
una enorme perfección y han llegado a la
tierra, mezclándose con los humanos, de los
que solo se distinguen por unos rasgos
concretos, y que constituyen un problema por
negarse a desaparecer en la fecha de
caducidad prefijada ya en el mismo momento
de su construcción, por lo que buscan
contra reloj a su constructor o inventor,
Tyrell.
Ante semejante amenaza existe un
cuerpo policial especial de
cazareplicantes (blade runner) , que
tratan de eliminar a estas criaturas por
cualquier medio.
Los
personajes fundamentales pertenecen a ambos
campos enfrentados: Deckard, el discutible y
discutido Blade Runner protagonista,
interpretado por un Harrison Ford que tuvo
variados enfrentamientos con el director
durante el rodaje, y que interpreta a un
personaje que se explica mas por la voz en
off que le acompaña que por sus actos,
hasta el punto que la desaparición de su
papel como narrador,
le dejaría seguramente sin alma, ni
conciencia, caso de tenerla, porque ¿es un
replicante? Durante años criticaos y
aficionados han debatido la verdadera
naturaleza del personaje,
y si bien parece que esa era la
dirección que quería apuntar el director,
no era esa la orientación que querían
dar los estudios, dejando una versión
abierta y acomodable a cualquier posición,
y si bien los partidarios del primer
enfoque se refuerzan la importancia de la
figura del unicornio en los sueños del
protagonista y en el unicornio que
Graff, figura de sombra
tutelar/vigilante donde las haya, deja ante
la puerta del protagonista, queriendo que
sospeche su autentica esencia
La
contrapartida que se juega al final de la
película entre él y Roy, el modelo mas
perfeccionado de replicante, que lucha por
su supervivencia,
manteniendo entre los dos el duelo
que termina con la muerte de este, o
hablando mas técnicamente, con la
finalización de su periodo, la llegada de
su fecha de caducidad, en la cima de un
tejado, bajo la lluvia, mientras un atlético
Rutger Hauer, para muchos representativo del
perfecto hombre ario, con el torso desnudo y
una paloma blanca en la mano, hace el
alegato de defensa de los replicantes, el
reproche al creador, que culmina con su
muerte, mientras la lluvia se escurre por su
pelo casi albino, arrastrando sus lagrimas,
que según sus palabras previas se pierden
en la lluvia y la paloma, que al sentirse
liberada sale de su mano como si el alma
escapara de su cuerpo,
con una simbología tan fuerte que ha
causado deleite y placer a todos los
exprimidores de símbolos durante décadas.
En alguno de los numerosos libros que se han
escrito sobre el filme se indica que durante
la grabación de esta escena el propio
Harrison Ford se quedó dormido por cuanto
la grabación a veces duraba mas de dieciséis
horas y para esa escena concreta, Scott quería
una luz muy concreta, y estuvo persiguiendo
la tonalidad de amanecer que había previsto
en su mente
Son muchos los personajes, pero la
referencia a Graff, como vigilante tambien
se ha utilizado para apoyar la cualidad de
replicante de Deckard
Rachel
es el perfecto ejemplo de la victima,
desconocedora de su naturaleza de
replicante, representación de la inocencia,
del desconocimiento de la existencia de una
fecha de caducidad, que simplemente vive,
ajena a su propia realidad
Rodeando
y arropando a estos personajes se mueven
cantidad de criaturas del mas variado pelaje
y naturaleza, creando un autentico mundo
fantástico y paralelo pero siempre
orientado a dar la misma imagen de Apocalipsis,
frío, lluvia, desesperanza, oscuridad.
Todo
ello ha dado lugar a una gran cantidad de
literatura, que ha tratado de encontrar
sustratos filosóficos, o religiosos en el
tema planteado, fundamentalmente en el
alegato final de Roy, (Rutger Hauer) como
recriminación de la criatura a su
creador, recriminándole que haya creado un
ser tan perfecto, al que permite contemplar
tantas maravillas, para que tenga como
destino la destrucción, arrastrando con él
sus vivencias, esperanzas y recuerdos
“ he visto cosas que jamás
imaginarías,
he estado mas alla de la Puerta de
Tannhauser, he visto naves en llamas mas allá
de Orión, y estos recuerdos desaparecerán
conmigo, como las lagrimas en la lluvia”
Pese a que Scott se mostraba
plenamente satisfecho con el resultado del
rodaje, no lo estaban los productores,
mientras veían que el rodaje se prolongaba
y los costos se disparaban, aparte de las
diferencias en cuanto al final de la película,
llegando a ser tantos los problemas que de
las dos versiones que se dieron:
en la primera, Deckard y Rachel dejan
el apartamento del primero mientras el
ascensor se cierra tras ellos,
dejando un fin abierto a la imaginación
del espectador, o bien ambos abandonan la
ciudad en una nave, mientras la voz del
protagonista pone fin a la historia
,sobrevolando al fin un paisaje iluminado,
esperanzado, dejando abierta una puerta
precisamente hacia la luz,
y que parece ser fue impuesto al
director, temerosa la productora del rechazo
del publico a un final poco halagüeño y
desesperanzado, si bien Ridley Scott, descontento con la imposición, con las quejas por los
costes, y deseoso de perder de vista a los
productores, no rodó ese paisaje, sino que
esas imágenes le fueron regaladas por su
amigo Stanley Kubrick y que las había
desechado de su obra “2001: una odisea
espacial”, llegando el enfrentamiento a la
presentación de ambos finales y otras
profundas variantes, como la eliminación de
la voz de narrador de Deckard hasta prácticamente
el final, en una de ellas.
M. E. Cacho
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